Trabajo en remoto: marco legal, retos y perspectivas globales

La normativa del trabajo en remoto

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La situación de pandemia dejó al descubierto un importante contraste entre los beneficios que ofrece el trabajo en remoto y la carencia de un marco legal sólido que regule y ampare los derechos de aquellas personas que han optado (voluntaria o involuntariamente) por dicha modalidad de trabajo.

Este es, precisamente, uno de los grandes retos al que nos que enfrentamos hoy en día: modernizar la legislación laboral del trabajo en remoto de forma tal que pueda responder a preguntas como las siguientes:

  • ¿Hasta qué punto puede una empresa controlar a un empleado que está trabajando desde la casa?
  • ¿De quién es la responsabilidad cuando un empleado tiene un accidente mientras está trabajando desde su hogar?
  • ¿Cómo se puede garantizar un trato ecuánime entre un empleado que trabaja desde la oficina y su colega que trabaja en remoto?
  • ¿Quién debería pagar por el servicio de internet que un empleado utiliza para trabajar desde la casa? 

Partiendo de todos estos interrogantes, en las siguientes líneas exploraremos algunas de las principales tendencias y desafíos relacionados con el trabajo en remoto. Igualmente, le daremos una mirada al tipo de legislación que se ha venido imponiendo en diversos países de habla hispana para proteger los derechos de todos aquellos profesionales que trabajan en remoto.

¿Qué es el trabajo en remoto?

El trabajo en remoto es una modalidad de trabajo a distancia que se realiza a través de medios informáticos y de telecomunicación y que implica, además, un vínculo laboral con la empresa, algo que no sucede con otras figuras profesionales como los autónomos o freelancers y los contratistas independientes.

En la siguiente gráfica, podemos ver una síntesis de la actual estructura laboral y la forma en que encaja el trabajo en remoto dentro de esta:

teletrabajo y estructura laboral

Tendencias y expectativas futuras del trabajo en remoto

La llegada del coronavirus no solo ha consolidado el trabajo en remoto como una óptima herramienta de “supervivencia” sino que, además, ha demostrado enormes beneficios tanto para las empresas (ahorro y productividad) como para los empleados (mejores estilos de vida).

Por ejemplo, el Remote Employee Experience Index (un reporte especial elaborado por el consorcio Future Forum de Slack), reveló que el nivel de satisfacción de los empleados con respecto a variables fundamentales del trabajo (equilibrio entre vida personal y trabajo, productividad, gestión del estrés, etc.) es mucho más alto en remoto que en la oficina. 

Según dicho reporte, la única variable que mostró un mejor desempeño en la oficina fue el “sentido de pertenencia”.

trabajo en oficina vs trabajo en remoto

Gracias a este tipo de percepciones y a la situación de pandemia, el trabajo en remoto no solo ha vivido un crecimiento exponencial sino que también ha generado un replanteamiento serio con respecto a las expectativas futuras en el mundo laboral.

Las siguientes fueron algunas de las conclusiones expuestas en un reciente estudio elaborado por The Kung Group entre más de 500 líderes empresariales de los Estados Unidos:

  • 70% de los líderes empresariales afirman que después de que vuelvan a abrir sus oficinas dejarán que parte (o la totalidad) de los empleados continúe trabajando en remoto.
  • 66% de los líderes empresariales se están cuestionando seriamente el tipo de inversiones que harán en sus oficinas.
  • 65% de los líderes empresariales afirmaron que si mañana se acabaran las órdenes de confinamiento, no trasladarían sus empleados a la oficina.
  • 76% de los líderes entrevistados afirmaron que la productividad de sus empresas se ha mantenido constante o ha aumentado como consecuencia del teletrabajo.

Dichos números no son ajenos a la realidad del mundo hispanohablante. Por ejemplo, un reciente estudio elaborado por Alares concluyó que más de la mitad de las empresas españolas piensan continuar con el teletrabajo después de la pandemia. 

De la misma forma, un estudio realizado por la firma Atento reveló que el 79% de las empresas mexicanas, que se vieron forzadas a optar por el trabajo en remoto durante la pandemia, seguirán usando dicha modalidad de trabajo.

Tomando en cuenta lo anterior, es indiscutible que el futuro laboral seguramente será muy diferente del ambiente de trabajo que existía antes de la pandemia. Tanto los líderes empresariales como los trabajadores esperan vivir en un mundo en donde el trabajo en remoto sea parte integral de los contratos de trabajo. Sin embargo, esto no significa que dicha transición vaya a ser fácil.

A pesar del inmenso crecimiento del trabajo remoto y de los beneficios que en la actualidad disfrutan tanto las empresas como los trabajadores, existen tres desafíos importantes con respecto al trabajo en remoto: bienestar psicológico, privacidad y marco legal. A continuación, miraremos en detalle cada uno de estos desafíos.

El impacto psicológico de trabajar desde casa

Debido a la pandemia, muchas personas que nunca habían salido de sus oficinas se vieron forzadas, de la noche a la mañana, a trabajar desde sus casas. Si bien esto significó un cambio dramático, estos trabajadores tradicionales tuvieron, por primera vez, la oportunidad de disfrutar de algunos de los beneficios que supone el trabajo en remoto.

“Inicialmente, todo el mundo estaba encantado,” afirma Raúl Luis García González, socio director del área de Derecho Laboral de Ernst & Young España, refiriéndose a la sensación inicial que tuvo la gente cuando tuvo la oportunidad de evitar la madrugada, los largos desplazamientos, la microgestión y todas aquellas cosas negativas que se asocian con la oficina tradicional. 

Sin embargo, en poco tiempo la gente comenzó a advertir dos problemas con respecto al hecho de estar trabajando desde la casa: la falta de socialización y el hecho de trabajar más de la cuenta.

Con respecto a la falta de socialización, es indudable que es un problema tal y como lo demuestran varios estudios. Por ejemplo, el trabajo de investigación de Jessica Methot, profesora en gestión de recursos humanos de Rutgers University, hace énfasis en los beneficios que la amistad con los colegas de trabajo genera sobre nuestro rendimiento profesional.

La profesora asegura, además, que los ambientes que están dominados por el trabajo en remoto corren el riesgo de sacrificar la mayor parte del aspecto social que define el lugar de trabajo y nuestras propias identidades, algo que de paso afecta nuestro estado anímico y psicológico.

A este respecto, la docente está convencida que los líderes empresariales se verán forzados a identificar nuevas oportunidades que le permitan a los empleados conectarse y promover relaciones. Igualmente, los mánagers tendrán que desarrollar fórmulas que les ayuden a contrarrestar el precio físico y emocional al que se verán sometidos aquellos empleados que trabajen en remoto.

Dichas fórmulas dependerán, en gran medida, del modo en que las empresas usen la tecnología de ahora en adelante. Tal y como lo mencionó recientemente Helen Kupp, head of product strategy de Slack, en un webinar sobre el futuro del trabajo en remoto, será crucial que las compañías puedan responder a la siguiente pregunta: “¿De qué forma podemos usar la tecnología para mejorar la confianza, las relaciones y las conexiones entre las personas?”.

trabajo en remoto desventajas

Por otra parte, muchas personas se han dado cuenta que sus jornadas laborales no tienen fin desde que trabajan desde sus casas lo cual viene acompañado de altos riesgos psicosociales especialmente relacionados con la fatiga y el estrés. 

De acuerdo con un artículo publicado en Bloomberg, las personas que se vieron forzadas a trabajar desde sus casas están saturadas de trabajo, estresadas y no ven la hora de regresar a sus oficinas. Dicho artículo estima, además, que en Estados Unidos las personas que trabajan desde sus casas desde la pandemia, están trabajando tres horas más por día. De forma parecida, los trabajadores en remoto de España, Reino Unido y Francia le han añadido dos horas de más a su jornada de trabajo. 

No hay duda que el trabajo en remoto, y sobre todo aquel generado por motivos de confinamiento, ofrece muchos retos. Si bien es cierto que es tentador enfocarse en los beneficios que esta modalidad de trabajo ofrece, es importante no perder de vista el impacto psicológico que se puede desprender de las condiciones actuales. 

Implicaciones de privacidad para personas que trabajan en remoto

Otro de los puntos más polémicos con respecto al trabajo en remoto es el que tiene que ver con la privacidad. De hecho, este no es un asunto nuevo. La novedad de este tema radica en la forma a través de la cual la pandemia del coronavirus ha resaltado algunas esferas particulares del trabajo en remoto.

En los Estados Unidos, por ejemplo, la Equal Employment Opportunity Commission (EEOC) ha emitido diversas normas en materia de privacidad entre las cuales se destaca la autorización que han recibido las empresas para medir la temperatura de sus empleados.

En el pasado, dicho procedimiento estaba confinado a un examen médico. Sin embargo, la pandemia le ha permitido a las empresas entrar en el terreno de la salud de los empleados sin mayor interferencia.

Además de lo anterior, el desplazamiento masivo de empleados desde oficinas a casas ha venido acompañado de una serie de preguntas en las que se mezclan asuntos de privacidad con consideraciones relativas a la protección de datos y de la salud pública. “¿Quién tiene acceso a los datos y por cuánto tiempo?”, pregunta Wendy Singer, Directora de Start-Up Nation Central.

De la misma forma, un estudio elaborado por IAPP y Ernst & Young (Privacy in The Wake of COVID-19) brinda algunas reflexiones interesantes con respecto a los asuntos de privacidad que más preocupan a empleados y empresas que se han visto forzadas a adoptar el trabajo en remoto:

privacidad y covid19

Los controles de salud y la protección de datos juegan un papel importante cuando se trata de privacidad. Sin embargo, también es importante decir que gran parte de los empleados están principalmente preocupados con respecto al modo en el cual las empresas los controlarán mientras realizan sus trabajos.

De hecho, son muchas las empresas que han adoptado software para controlar las actividades y productividad de los empleados que trabajan en remoto. Si bien es cierto que la implementación de este tipo de tecnología ha generado diversas discusiones en torno al tema de la privacidad, esto no significa que sea ilegal.

Legislación sobre el trabajo en remoto

Como ya lo anotamos, desde la llegada del coronavirus todos los países del mundo se han visto forzados a revisar y actualizar sus propias leyes sobre el trabajo en remoto. A continuación, una breve mirada sobre la normatividad que se aplica en algunos países hispanohablantes.

Colombia

En Colombia existen dos normas que regulan el trabajo en remoto: la Ley 1221 de 2008 y el decreto 884 de 2012 que la reglamenta. La primera reconoce dicha modalidad de trabajo y la fomenta. La segunda establece las condiciones, relaciones, obligaciones y principios que se aplican al teletrabajo.

A nivel de la empresa privada, el trabajo en remoto en Colombia debe contemplar los siguientes aspectos:

  • Voluntariedad entre las partes (empresa y empleado).
  • Existencia de un contrato de teletrabajo.
  • Modificación del Reglamento Interno de Trabajo.
  • Obligación de la empresa de informar al empleado con respecto al uso del equipo suministrado, protección de datos y seguridad de información, propiedad intelectual y posibles sanciones.
  • Afiliación del empleado al sistema de seguridad social.
  • Reversibilidad del teletrabajo.

México

En México acaban de entrar en vigor las reformas al Artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo en materia de Teletrabajo. Dicha normativa aplica para aquellas personas que trabajen desde sus casas más del 40% del tiempo. Los siguientes son algunos de los puntos más importantes de las nuevas reformas:

  • Las condiciones del trabajo en remoto deben definirse a través de un convenio escrito y  pactado por las partes que, además, debe incluir un principio de reversabilidad.
  • La empresa se obliga a suministrar los medios necesarios para desarrollar el trabajo, pagar los salarios a tiempo, asumir costes derivados, proteger la información y datos sensibles, respetar el derecho a la desconexión y promover un equilibrio en las relaciones laborales.
  • Los trabajadores se comprometen a cuidar los equipos, informar oportunamente el monto de los costes derivados, y velar por la seguridad de la información y datos sensibles.

España

La legislación sobre el teletrabajo en España se ha consolidado recientemente bajo el Real Decreto-Ley 28/2020 del 22 de septiembre a través del cual se definen tres aspectos fundamentales:

  1. Una regularidad mínima igual al 30% de las horas trabajadas.
  2. Un carácter de voluntariedad.
  3. Elaboración de un acuerdo del trabajo en el que se definen las condiciones bajo las cuales se llevará a cabo el trabajo (medios de trabajo, horario, lugar, protección de datos, etc.).

Además de esto, las empresas están obligadas a asumir los costes en que pueda incurrir el trabajador para desarrollar su trabajo así como una serie de garantías entre las cuales se encuentran, por ejemplo, la posibilidad de brindar oportunidades de formación o el derecho a la desconexión digital de los empleados que trabajan en remoto.

Si tomamos en cuenta lo anterior, podemos ver que la legislación relacionada con el trabajo en remoto ha venido sentando buenas bases con respecto a la protección que deben recibir los profesionales que trabajan bajo dicha modalidad. Sin embargo, este es solo el inicio y son muchas las cosas que se deberán ir ajustando para poder responder efectivamente a los desafíos que hemos mencionado antes y a situaciones complicadas como, por ejemplo, en materia de accidentes domésticos o fatiga derivada del exceso de trabajo o falta de interacción social.

El futuro del trabajo en remoto

Como hemos visto a lo largo de este artículo, vivimos en un mundo en donde el mercado de trabajo se parece a un avión. Los empleados con vínculos empresariales fuertes se sientan en primera clase y los demás van directo a la sección económica. Obviamente, hay diferentes tipos de asientos en este avión pero para la mayoría de pasajeros el viaje no presenta mayores turbulencias.

En un mundo en el cual el trabajo en remoto ha llegado para quedarse, las compañías están ahorrando costes y mejorando su productividad mientras que los empleados están disfrutando de estilos de vida más equilibrados y de un nivel de flexibilidad antes inexistente.

A pesar de ello, el trabajo en remoto presenta desafíos importantes en materia de bienestar psicológico, privacidad y de una normativa que sea capaz de responder a todas las vicisitudes generadas por el nuevo ambiente laboral. La forma en la cual las empresas y los gobiernos de todo el mundo afronten dichos aspectos en un mundo pospandemia, seguramente será un tema que dará mucho que hablar durante los próximos años.

Photo by Daan Stevens on Unsplash

Writer specialized in finance, tech and SaaS. Apart from writing, he loves football and cultural walks around Rome.

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